Son las 09:42 am. Aunque los japoneses casi no tienen olor corporal, a estos se les notaba que llevaban más de dos horas entrenando.
Desde corta edad, son reclutados para vivir enclaustrados en un ‘establo’. Todos los días entrenan, dieta de 10.000 calorías y siestas de tres horas.
Tienen casi 20 años menos de esperanza de vida que un japonés normal.
Durante el entrenamiento, vi sus caras, sus gestos, cómo interactuaban, sus ojos, sus emociones... Sentí que todos se hacían las mismas tres preguntas:
¿Valdrá la pena tanto sacrificio?
¿Tendré lo necesario para triunfar?
¿Cuándo y cómo saldré de esta situación?
Extra: Sumoyoga
Las proporciones corporales y la flexibilidad de un luchador de sumo son impresionantes. Esta es una muestra.
Por favor no difundas estas fotos más allá de este foro. Me han pedido discreción.
Gracias y hasta la próxima.
Hola Javier!
Veo la foto y los sumos se mueven, oigo los suspiros de los luchadores, algunas veces del cansancio, otras veces buscando las respuestas a las tres preguntas. Creo que en algún momento de nuestras vidas todos somos sumos, enclaustrados en algún "establo", combatiendo una lucha, y nos hacemos esas mismas preguntas...
Wow... que impresionante. Jamás pensé que vivían así. You’re a great storyteller 😊