Daniel, José y yo estábamos saliendo a un brunch el domingo, cuando en el camino vemos que el festival de cometas de Bali estaba por comenzar. Aparcamos las motos rápidamente y en cuestión de segundos, había llegado el día y la hora, ¡dieron la orden de poner a volar todas las cometas! No nos creíamos la suerte de estar allí en ese preciso instante. La escena parecía de mentira. Un escampado repleto de gente lanzando sus cometas a volar. El sonido como de abejones en Sorround 5.1 nos hacía vibrar. Me llegué a emocionar. Nos separamos buscando distintas perspectivas. De vez en cuando nos cruzábamos miradas para compartir nuestro asombro y disfrute.
Son cometas hechas a mano. Hay como 3 categorías por tamaño. Mientras más grandes, de más personas era el equipo. Parecía que los equipos se conformaban por hombres de distintas familias. Es un plan que impresionaba exclusivo de padres e hijos.
Las de mayor tamaño eran verdaderamente impresionantes. Por sus dimensiones no podían ser transportados armadas. Los equipos traían herramientas para ensamblarlas en el propio sitio.
José me hizo esta foto en la que también sale Daniel detrás. Era difícil quitarle el ojo a las cometas.
Esto es un zoom de solo una parte del cielo, solo allí habían como 20.
En Bali, los límites entre el folklore y lo religioso se fusionan.
Gracias y hasta la próxima.
super wuao Gracias viajamos a través de vuestras vivencias plasmadas en pict. Genialidad
Haciamos papagayos con una fibra especial, llamada Verada, se armaban , se colocaban los papeles y las colas y guao que bella experiencia. Por la decada de los sesenta.
Hermosas fotos.