Nos conocimos alrededor del 2012. Nos presentó un amigo en común. Cuando abrí el primer Goiko le llamé para que me ayudara como cocinero. Ha sido el creador de parte de la carta original. Por ejemplo, que sirvamos patatas de gajo, ha sido su idea. Las cortaba literalmente a mano, con un cuchillo pequeñito llamado puntilla. Qué locura.
Víctor (aka el negro) y yo, siempre hemos estado cerca. Nos hemos emborrachado celebrando juntos y también, hemos llorado en múltiples funerales. Lo segundo, más de lo que nos gustaría.
Víctor me enseñó a ser camarero. A entender el local como si fuera mi casa. A disfrutar de estar relajado y en control durante los servicios. A pasar página. Y otras cosas más…
Seguimos juntos. Sigue en Goiko y además, echa algunas horas en Cotorrita (C/Santa Engracia 33 - Madrid). Es el mayor recolector de propinas, btw. Un bárbaro.
Negro, gracias. Eres un grande. Seguimos.
Mañana regresaremos a Bali. Estamos agotados de estas últimas 72 intensas horas que hemos pasado en Madrid. Qué rico regresar, pero qué ganas de volver a Madrid pronto, también.
Gracias y hasta la próxima.
PS: Si tienes la suerte de conocer a Víctor, puedes dejarle un mensaje abajo en comentarios.
Todo lo que tenga que decir el negro, se escucha.
Conocí a Víctor desde que llegué a Goiko. Un caballero, gran hombre, humilde, atento, con experiencia de la vida. En fin. Un tesoro